Mirándome nuevamente

He sido una persona activa casi toda mi vida, de la selección de natación, bailarina siempre y runner feliz cada vez que podía. El año pasado y en un corto tiempo, subí cerca de 25 kilos por un problema hormonal que tuve y desde ahí empezó para mí un proceso muy difícil. Como mi cambio fue rápido, yo no podía mirarme al espejo, tenía aun la percepción de mi misma como la mujer anterior que conocí toda mi vida y cuando me miraba, veía una mujer totalmente diferente, entonces verme se tornó algo muy difícil y frustrante. Cosas simples como cambiarme y salir a la bodega se convirtieron en cosas que no quería hacer. Claro que me puse manos a la obra con la parte médica y luego de varios meses las cosas mejoraron por ese lado… entonces ya era el momento de ocuparme del otro lado y ponerme las pilas por mí y cuidarme.

Yo vine aquí y elegí baile porque siempre he amado bailar y junto a mi hermana hemos estado en clases de baile y presentaciones desde niñas. Por eso pensé que bailar iba a ser un punto inicio que me motive y me haga feliz. Para iniciar me quería inscribir en básico con mi hermana (que fue para mí el mejor impulso) Alheli. Mi hermana mayor es mi ejemplo de alegría y fuerza, yo aprendí a bailar por ella así que cuando me dijo yo voy contigo, ¡dije ok! ¡Voy!

Yo comencé a bailar con mucha inseguridad. Comencé por el básico… y me encontré con un lugar tan sano, tan bueno y a pesar que siempre me ponía detrás de mi hermana en las clases como escondiéndome, me fui sintiendo más segura. Cuando terminó ella ya no podía seguir en Ladies Project (lo que sigue luego del básico) y de inicio pensé que entonces yo tampoco, pero finalmente cuando abrieron el curso sentía que quería seguir ahí porque en verdad me hacía feliz .

Desde entonces estos meses han sido hermosos porque me di cuenta que aquí, en Ladies Latinas, no solo me enseñan a bailar, si hay mucha disciplina, claro que sí,pero también hay mucho empoderamiento.Aquí recibí más de lo que yo necesitaba… No hay un lugar donde no te puedas mirar …mas que ser una clase de baile, son casi 2 horas mirándote a muchos espejos en todos los ángulos, reconociéndote, conociéndote y queriéndote. Un lugar donde trabajas con tu propio cuerpo. Aquí empecé a entender y valorar lo rico que es cuidarse por entero. En mi caso, volver a mirarme al espejo con amor ,el baile y las palabras de las profesoras tan hermosas, fue toda esa seguridad que necesitaba; además las chicas que me tocaron son demasiado lindas, te dan toda la confianza para que te lances y explores todo.

En esos meses vino la audición alumnas, en ese momento no pensé para nada en ir, pero entre todas nos animamos a tener la experiencia y como decíamos entre risas “verlo como una clase más” sin miedo. Obvio ese día nos mataban los nervios, pero estábamos juntas. Esa audición fue algo increíble. El que todas estemos nerviosas pero felices hizo que cada que llegaba una al lugar, nos emocionáramos, nos abrazáramos y nos uniéramos mucho más porque estábamos enfrentando todo juntas y éramos una, nos dábamos confianza. Y cada etapa que íbamos pasando en la audición era más y más reveladora… ya no éramos nosotras si no todas las chicas que estábamos ahí, todas con la misma entrega y cariño. Todas apoyaban a todas, sin importar si se conocían, se sentía el cariño.Fue hermoso de ver y de vivenciar al punto en que me sentí la de antes, me sentí feliz, me sentí yo con tanta buena vibra.

El último ejercicio que era salir a bailar solas.. una a una… sentí tal confianza y tal complicidad con todas que pusieron la música y fui la primera en salir felicísima a bailar ... ¡Sola! A que me vean, a verme y sentirme. Miré a todos lados y solo encontré sonrisas y aplausos que adoré. Bailar con una tremenda sonrisa y sin miedo es tan rico, tan rico. Lo disfruté, lo viví.

Es un trabajo que sigue y sé que estoy en el lugar correcto. Porque no solo me da el baile, si no que a través del baile me da mucho valor como persona.