top of page

Cuando bailar significa encontrarte a ti misma

¡Hola! Soy Alexandra Montenegro, Ale para los amigos :D y quería darme un espacio para contar un poco sobre mí, el baile y lo que ha traído Ladies Latinas a mi vida.

Me gusta bailar desde que me acuerdo, la mayoría de veces encerrada en algún cuarto con una radio y casetes de cumbia, festejo o música criolla que encontraba por mi casa. Luego en el colegio, en todas las presentaciones que se pudiera (perdón mamá por llevarte a la ruina con tantos alquileres de disfraces) y aunque no llegué a pertenecer a un elenco de baile ni a llevar clases aparte, siempre disfruté bailar donde se pudiera. Cuando entré a la universidad me inscribí casi todos los años (e incluso un año después de egresar) para participar en el concurso de danzas folclóricas interfacultades, la competencia se tomaba muy en serio así que pasábamos mínimo 2 meses de ensayo constante. Me encantaban esos meses, aunque la presentación siempre se cruzaba con la semana de parciales y terminaba muerta de sueño, cansancio y sin vida (sobre todo cuando empecé a trabajar); me sentía feliz.

Creo que fue en las bodas y reuniones familiares donde empecé a escuchar salsa, me llamaba mucho la atención y siempre intentaba bailarla. Crecí pensando que algún día tenía que aprender a bailar "en serio" y no sólo con ese estilo de barrio que había aprendido con los años y con el que la verdad disfrutaba muchísimo (para mí una fiesta sin salsa, no es fiesta), pero yo quería más. Un día vi a Mia Noel bailar, me enteré que era economista como yo y la empecé a seguir en Facebook. Creo que saber que tenía la misma carrera que yo y que pudiera bailar taaaan bien, me hizo pensar que quizás yo también podía y decidí llevar esas clases de baile que por tanto tiempo había postergado. Me inscribí en un Ladies Project y la verdad me encontré con algo muy diferente a lo que imaginé. Recuerdo una de las primeras cosas que me dijeron "pueden seguir los mismos pasos, pero cada una es diferente", debía mirarme al espejo e intentar sacar lo mejor de lo que era yo y la verdad me costó mucho acostumbrarme a ver mi reflejo todo el tiempo con todo eso con lo que no me sentía cómoda.

Por cuestiones de tiempo no pude seguir yendo a más seminarios hasta noviembre de 2016 cuando decidí re-insertarme con un Ladies Intensive, que era un taller más avanzado al anterior. Recuerdo que me frustré mucho porque mis conocimientos de salsa sólo venían del Ladies Project y llevaba tiempo sin bailar, pero volvía al siguiente ensayo pensando que me iría mejor y cuando anunciaron las inscripciones para una presentación en Chile, pensé que era mi oportunidad para probarme que sí podía. Me atreví y mi corazón se dio cuenta que tenía un nuevo lugar, pararme en el escenario bailando salsa fue una experiencia increíble. Ya viviendo esa experiencia decidí seguir y entré a un nuevo performance para ir a bailar a Las Vegas y al mismo tiempo me gané en un sorteo la oportunidad de ensayar con el grupo de chicas que ya habían estado en el mundial de salsa. Fue en esos meses en los que empecé a tomar consciencia de todo lo que estaba aprendiendo, yo sabía que a esos talleres me unía no solo el gusto por el baile sino que encontraba un grupo humano que intentaba dar un mensaje de empoderamiento y de auto-descubrimiento. Mi miedo al espejo desapareció, fui aprendiendo a manejar mi frustración por no tener siempre el control o porque no me salieran los pasos al instante como al resto de chicas, por ratos mi cara de pánico desaparecía y podía disfrutar más de mi proceso al bailar. Pasé una gran experiencia en Las Vegas junto a mis "Cúcalas", recuerdo que temblaba en el escenario pero sentí la energía de mis amigas ahí, juntas logrando un sueño y dando un paso más, y esa energía me mantuvo arriba. Regresé más recargada que nunca a seguir bailando hasta que pasó algo que no estaba en mis planes.

Un día desperté y no pude pararme, sentía un dolor tan fuerte en la espalda que cualquier movimiento se me hacía imposible. Vivía sola así que tuve que salir de la cama rodando hacia el piso y me incorporé, me cambié y salí del departamento haciendo uso de toda mi resistencia al dolor. Aún no entraba en pánico porque minimicé la situación y pensé que seguro en unos días ya estaría bailando. Recuerdo que eso era en lo único que pensé los 3 primeros días en cama: Descansa y en unos días ya podrás ir a clases. Tuve que dejar de bailar mientras me recuperaba, fueron meses difíciles, sentía ansiedad y frustración porque el dolor no se fue tan rápido como pensé que lo haría, y la verdad aún me acompaña pero no con la intensidad de ese entonces. Empecé a bailar sólo los domingos e iba los lunes a terapia a deshacer el dolor que me causaba eso, mi recuperación avanzaba y retrocedía, algunos días me desesperaba mucho pensando en el tiempo que perdía sin bailar, pero poco a poco fui entendiendo que mi cuerpo me estaba pidiendo un descanso y debía tener paciencia.

En ese tiempo aprendí a valorar algo que normalmente damos por sentado: mi salud, y a agradecer esos recordatorios que nos da la vida para empezar a prestarle atención a las cosas importantes. Definitivamente empecé a ver la posibilidad de bailar como algo por lo que debía sentirme afortunada y a disfrutar más del tiempo que tenía para hacerlo e intentar dejar a un costado a la Ale que se juzgaba por no hacerlo tan bien como quisiera. Cuando el dolor disminuyó volví a bailar con fuerza y me reencontré con mi familia de Ladies Latinas asumiendo más retos, primero como parte del Elenco Alumnas y luego cuando decidí hacer la audición para formar parte del equipo que irá al mundial de salsa. El día de la audición tenía muchos sentimientos encontrados, estaba feliz por ver a mis amigas ahí concentradas y dispuestas a entregar lo mejor del trabajo que venían haciendo, tenía miedo porque bailar sola me bloquea y no estaba segura de estar preparada, y pensaba en el equipo que habíamos formado y que no quería que se disolviera. Creo que una misma puede convertirse en nuestra peor enemiga, una misma a veces se dice cosas que jamás pensaría decirle a otros: "no puedes", "no lograrás ser como...", "no vale la pena intentarlo", etc. Pero con todo lo que había ido avanzando decidí callar esas voces en mi cabeza y pararme ahí, con miedo, pero dispuesta a dar lo mejor sin importar el resultado. ¡Y lo logré! Y creo que estuve en shock un par de días hasta que me di una cachetada mental y decidí darme la confianza que me estaban dando otros.

Bailar me ha llevado por un camino que no imaginé, no sólo lo disfruto por el hecho de hacer algo que me gusta sino porque he podido aprender de otras personas y de mi misma. Dejé de sentir que necesito una máscara o pensar que soy alguien más al bailar para sentirme cómoda y no expuesta al resto. En este proceso no sólo me ayudaron las circunstancias sino también las amigas que hice en el baile, chicas que aguantaron mis quejas por los dolores de espalda, que han compartido mis alegrías, a las que veía luchar por ser mejores no sólo en el baile sino también como personas y que me inspiran a dar más. Me enorgullece saber que soy parte de un grupo de personas con tanta garra, que se van haciendo conscientes no sólo de sus puntos débiles y lo que deben mejorar, sino también de todo lo bueno que tienen por dar y van tomando el coraje para explotarlo. Además, tengo la guía de las profesoras que me hicieron entender que no sólo es bailar "bonito" sino que se trata también de un proceso en el que te conoces a ti misma y puedes abrazar tus partes vulnerables y transformar esa energía cuando la expresas bailando, y que ya va siendo momento de que dejes tus miedos y te atrevas a ir por lo que quieres.

Ahora miro al espejo y me gusta a quién veo, porque soy consciente de todo lo que hay detrás de esa imagen: fuerza, valentía, amor, alegría, sueños, trabajo, pero también sudor, lágrimas, miedos vencidos, miedos por vencer, inseguridades. No soy un molde ya terminado, soy una persona que se construye cada día y que se va a caer pero que sabe levantarse todas las veces que sea necesario. Lo mejor que me ha dado el baile y Ladies Latinas es saberme especial no por ser perfecta, sino porque simplemente soy YO y todo aquello que me hace vulnerable, por tener la fuerza de ver mis debilidades y convertirlas en oportunidades para mejorar. No eres mejor de un día para otro y aprender toma tiempo y trabajo, pero es lindo saber que ya estás en el camino y que hay más personas contigo.

join us

 for the 

PARTY

Recipe Exchange @ 9pm!

Tags
Sígueme
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black
bottom of page