Mi experiencia en Ladies Latinas

Desde que era pequeña recuerdo haber sentido un algo especial cada vez que veía coreografías grupales o parejas bailando. Creo que era más una curiosidad por saber si yo sería capaz de bailar así, o simplemente era algo que me atraía de forma natural. Fue así que durante el colegio/ universidad me vi envuelta en actividades derivadas de danza pero nunca con constancia ni rigor. En verdad, se me hacía muy difícil imaginar que podría dedicar tiempo a actividades que no estén directamente relacionadas a mi carrera, que no se encuentren dentro de las actividades que “debía de hacer”. Tuvo que llegar un momento particularmente extraño en mi vida para que decida darle un espacio a la danza.

Había terminado mi carrera y también una especialización. Laboralmente estaba tranquila y económicamente estable. No tenía apuro por salir del país y ya había agotado la carta de estudiar un idioma. Justo cuando el gimnasio me terminaba de aburrir, Gaby me propuso probar unos talleres de salsa, uno era en pareja y también otro de chicas que “bailan solas”. Probamos primero el curso en pareja y, si bien me coloreó el verano del 2015, no fue hasta el mes de marzo que descubrí lo que es bueno.

Llegué casi que por accidente a mi primer workshop con Ladies Latinas. Mia nos enseñó que esta noche tendría la casa sola, Yanilú y Clau me presentaron a un tal Daniel Santa Cruz, y Chiqui y Andreita me recordaron que para bailarina, era buena arquitecta. No obstante, pasé una tarde increíble, sentí que me había divertido muchísimo y me imaginé por un segundo ser una esas profesoras esbeltas que hablaban con un tono de voz hermoso y proyectaban esa energía tan contagiosa. Fue así que decidí apuntarme al taller de los martes y jueves por las noches.

Así empezó un ciclo muy interesante donde todo giraba en torno a ese grupo de mujeres que tenían mucho por compartir. Alumnas y profesoras vivíamos en una dinámica que nos permitía desaparecer del mundo por cuatro horas a la semana. Nos hicimos amigas con mucha facilidad, y desarrollé una necesidad por aprender cada vez más y compartir tiempo juntas. La fórmula me iba tan bien que mi emoción llegó a niveles superlativos cuando empezamos a planificar el primer viaje con show incluido fuera del país.

A punta de muchos ensayos, organización y nervios, nuestra directora armaría un grupo de alumnas que llevaría por nombre Son Ladies, y el cual viajaría a congresos de salsa en Santiago de Chile, y a Las Vegas posteriormente. Estas experiencias fueron increíblemente enriquecedoras. Aprendí muchísimo sobre la salsa y la bachata, también sobre maestros y alumnos de fuera y, no menos importante, sobre mí. Aprendí a verle el lado positivo a todo, y disfrutar al 100% lo que estaba haciendo y las personas que me acompañaban.

Nuestra primera competencia fue en Miami en diciembre del 2016. Independientemente del triunfo que alcanzamos, realmente pudimos ver todo lo que el mundo salsero supone. La comunidad es por mucho pasión, es disciplina, es cultura e historia, es tu familia y tus memorias, es lo que sientes y lo que haces. Pararte en un escenario a competir es coraje, es mostrarte sin filtros, es entrenar por años para mostrar una coreografía de 2 minutos, es representar a tu patria y es estar dispuesto a darlo todo por dejar el nombre en alto. Toda mi admiración a los que se han atrevido alguna vez, y mis ánimos a los que aún no lo han intentado.

Siempre estaré muy agradecida con Ladies Latinas por haberme llevado de la mano por este camino, siempre con una sonrisa y motivándome cada vez que flaqueaba. Las personas que me han acompañado me han enseñado mucho y si no hubiera vivido todo ello, probablemente sería una persona distinta. Hoy recuerdo el camino que hemos recorrido y solo tengo ganas de compartirlo y motivar a otros a creer en que pueden lograr todo lo que anhelan.

Gracias a Mia por creer en nosotras, a Ladies Latinas por acogernos, y a mi equipo Son Ladies por siempre estar ahí. Me alegra mucho formar parte de este grupo que siempre va por más. Sea haciendo shows, viajando, audicionando, concursando, enseñando o aprendiendo, me motivan a hacer más proyectos, trazarme más metas y ver que el cielo es el límite. Las quiero mucho chicas.