¿Y si te atreves a soñar?

Soy Chio Zapata, más conocida como “Chaio” o “Chayo” o “Chayito” (Bautizada por Andrea Bri #loveu). Por cierto, Chiclayana soy… a mucha honra señores!!!! (leer cantando).

Supongo que mi pasión por el baile estuvo desde siempre. Creo que es algo que todas tenemos en común, amamos bailar, amamos la danza. Quizá el momento en que ese amor se manifiesta puede variar, algunas lo descubren temprano, otras no tanto, pero eso sí, NUNCA TARDE.

Desde pequeña fui aquella que hacía el show en las reuniones familiares y la que quería participar en TODAS las actuaciones del cole. Alguna de esas tantas veces, le dije a mi mamá que LA PROFESORA me había elegido para bailar, que YO NO me ofrecí, (mentirosasa pues). Claro que mi hermosa madre sonreía siempre, y sin poner un pero aceptaba y me apoyaba en todo, desde bailar Ingá de Eva Ayllón, una toada de Ruth Karina y hasta una del gran Chayanne.

Una vez terminada la universidad (estudié Ciencias de la Comunicación) empecé a cuestionarme muchas cosas, amaba mi carrera; sin embargo, sentía que algo me faltaba aún. A mis 21 años, ya trabajando en una que otra cosa, me puse a pensar a qué se debía ese vacío que sentía. Recuerdo que veía programas de baile y sentía una emoción única, quería estar ahí, en un escenario, bailando.

Supongo que llega un momento en tu vida en que anhelas mil cosas, empiezas a soñar e imaginar tu vida ideal. PERO sabes que si no empiezas a hacer algo distinto por conseguirlo, aquello que tanto anhelas nunca llegará. Ese momento me llegó a inicios del 2016; entonces pensé: iré a Lima a trabajar y estudiar (muy optimista yo). Renuncié a mi trabajo, hablé con mi familia y a los 4 meses emprendí mi viaje.

Fue una transición demasiado dura. Dejar tu hogar, tu familia, tus amigos, tu vida en general; pero sobre todo tu zona de confort, es una locura en todo sentido! Implica un sacrificio muy grande. Es como si empezaras de cero. Al principio me costó muchísimo, lloré, renegué, extrañé, me enfermé, me deprimí. Créanme, no resulta nada fácil independizarte, extrañar el calor de tu hogar, enfrentarte a la soledad muchas veces y tener que levantarte al día siguiente como si nada pasara, con mil obstáculos y preocupaciones en el camino. Pero el show debía continuar… y yo seguía soñando.

Luego de unos meses conseguí trabajo. Debo confesar que venir a trabajar a Lima fue desde el principio mi pretexto para poder tomar clases de baile, de lo que fuera. Entonces pensé: si vine para bailar, por qué no estoy bailando?!?!? (Agradecimiento especial a la persona con más buena vibra del mundo entero (real), que me dio ese empujoncito-cachetada final, Mariana V.)

A inicios del 2017 me metí a investigar sobre escuelas de baile y llegué a ver videos de unas chicas increíbles bailando salsa y bachata (AMÉ, ya que salsera he sido siempre, y la bachata me estaba conquistando). Surgió el nombre de Ladies Latinas, y de su asombrosa líder Mía Noel, investigué más y PASÓ, hicimos clic (bueno yo hice clic solita al principio ji). Justo estaban iniciando un taller: Ladies Intensive y no dudé un segundo. Llegué con tanta emoción a esas primeras clases, estaba tan nerviosa pero a la vez tan feliz!

Conforme iban pasando las clases me daba cuenta que me estaba metiendo en algo GRANDE, que era algo más que simples clases de baile, que representaban un movimiento, una ideología, una familia. Todas las profesoras muy preparadas e increíblemente capas! (un fuego). Y la realidad era que a mí no me salía nada! Nunca en mi vida había escuchado de la salsa on2, no agarraba las cuentas, no recordaba las secuencias, miraba siempre al piso o a mis compañeras para guiarme, y la bachata… uf! no entendía el movimiento, ni siquiera sabía pronunciar la palabra “disociación” y ni qué decir de la actitud! Pero no perdía la calma, ya que siempre había una profesora a nuestro lado, dispuesta a enseñarnos con paciencia y amor, paso a paso, y dispuesta siempre a repetirlo mil veces más hasta que lo logremos. Eso era lo que me motivaba en cada clase para seguir esforzándome y dando lo mejor de mí.

Me enamoré tanto de Ladies Latinas que decidí optar por un nivel más: Performance! Un grupo de chicas maravillosas, con las que bailé en el Bachatéame del 2017. Superó todas mis expectativas, nos preparábamos para un show y eso requería mucha más dedicación aún.

En ese mismo año llegó el reto más grande: mi primera AUDICIÓN para formar parte de los equipos y sinceramente yo no creía siquiera que podía llegar a pararme en ese lugar. Pero como la vida está hecha de retos, decidí arriesgarme y lo que conseguí fue como ganar un Oscar: quedé en el Elenco Alumnas, un entrenamiento más exigente que las clases regulares. Me queda corto decir que lo que surgió en toda esa convivencia fue real amistad, éramos una familia. Algunas nos convertimos en hermanas, hasta el día de hoy. Un grupo lleno de buena vibra, esfuerzo y ganas de sacarnos la mugre por aprender. Nuestras clases se convertían en LA REAL FIESTA, y había sobre todo mucho amor y respeto por cada una.

En el 2018 tocó asumir un reto más: nueva audición. Hay tantas chicas talentosas en Ladies Studio que llega a ser intimidante audicionar para ocupar un lugar en los equipos. Pero bueno, fui con toda la garra y decidida; y pasó! quedé en el Team Amateur, INCREÍBLE! Muchas de quienes habíamos estado en el Elenco Alumnas seguimos juntas, algunas pasaron a ser parte del equipo Semi Profesional incluso, fue tan lindo lo que se vivió, TODAS felices por TODAS.

Con este equipo empezamos a prepararnos para participar de un mundial en Miami, vivimos tantas cosas lindas. Nos hicimos muy cercanas, nos esforzamos mucho (bastante, demasiado, como cancha!). Sin embargo, tuvimos un golpe muy duro: nos negaron la visa a varias y de distintos equipos (nos la negaron no solo 1, sino 2 veces!). No lo podíamos creer, estuvimos muy afectadas. Debo confesar que me derrumbé, había soñado con ese momento y me había preparado tanto para competir, que ver cómo te cortan las alas de esa manera, era muy difícil de asimilar. Pero nuevamente Ladies Latinas al rescate, fue tan reparador y reconfortante ver como todas las demás chicas se solidarizaban con nosotras; no faltó una palabra de aliento, no faltaron los abrazos y el apoyo incondicional, fue conmovedor (no exagero). Estuve tan rodeada de amor que mi tristeza apenas duró y me sentí TAN agradecida por ser parte de esta hermosa familia. Seguí el Mundial por internet y estuve ahí, apoyando desde lejos. Ganamos varios premios, dejamos el nombre de Perú muy en alto y eso fue lo más satisfactorio para mí.

2019, una audición más, y yo estaba más ansiosa que las veces anteriores; pero el resultado superó una vez más mis expectativas: quedé en el nuevo Team Semi Profesional (mientras lo escribo sigo sin creerlo, que alguien me pellizque right now!) ahora nuevamente con un grupo de chicas DEMASIADO talentosas y con un corazón hermoso! Aprendiendo juntas y retándonos siempre, con miras a competir pronto.

Hace un tiempo ERA (sí, en mayúsculas) una persona demasiado tímida, insegura al 100%, algo pesimista, preocupada y estresada por todo, por el qué dirán. No me consideraba alguien capaz de lograr grandes cosas. Y digo ERA, porque la nueva versión de mí no se acerca siquiera a lo que alguna vez fui; he cambiado en todos los ámbitos de mi vida (todos!) y es gracias a la danza. Es increíble cómo el arte te transforma (siempre lo escuché pero pensaba que era solo una frase bonita y ya) pero hoy, yo misma doy fe de eso. Ver cómo tantas chicas se vuelven una mejor versión de sí mismas, ver cómo se esfuerzan por perseguir sus sueños; con todo lo que ello implica, todos los sacrificios que tienes que hacer para llegar a clases, a veces luego de estudiar, de trabajar, de desempeñar su rol de madres, etc. (al infinito y más allá); es admirable!

Hoy, me siento una mujer capaz, fuerte, feliz, agradecida. No me alcanzan dos hojas para contarles todo lo que he logrado y en lo que me he convertido desde que la danza forma parte de mi vida y desde que Ladies Latinas me hizo parte de esta extraordinaria familia, llena de mujeres decididas a luchar por lo que quieren, que te inspiran y motivan día a día. Un espacio donde olvidas todo lo malo y te llenas de energía; donde además de enseñarte a bailar, te enseñan del amor propio, te empoderan, te guían y ayudan a ser una mejor persona. En Ladies Latinas aprendí que los sueños SI se cumplen, si le pones esfuerzo y corazón.

¿Y si te atreves a soñar? Te prometo que será el inicio de algo que valdrá totalmente la pena…