Tan libre y segura

A mí no me da miedo estar el escenario, a mí me da más miedo estar abajo sentada cuando siento que me pongo nerviosa y tengo que respirar.

Hola, mi nombre es Katherine, soy arquitecta de interiores, mamá y esposa de 31 años. Como muchas a las que he leído, porque me gusta leer los miércoles inspiradores, desde pequeñita me gustaba mucho bailar y pues mi mamá me hizo aprender marinera desde los 6 añitos y la bailé hasta los 12 años si mal no recuerdo. En el colegio aprendí mucho sobre folclore peruano y hasta examen oral nos tomaban, participaba en todo y por supuesto el axé fue una locura.

Luego del colegio recuerdo que solo pensaba en maquetas, planos y 3D, me dediqué mucho a mi carrera la cual demandó mucho tiempo y dejar de lado la danza por un arte más plástico y espacial. Pasaron los años de carrera y me gradué con mi pequeño gran amor Juandi en camino, toda una nueva experiencia en mi vida la cual me ha hecho inmensamente feliz y me ha enseñado que el amor de una mamá es infinito.

Mi vida esta vez giraba en torno a mi familia y solo recuerdo haber intentado aprender ballet cuando tenía 23 años, solo duré 2 meses porque no me daba el tiempo, pero fui feliz porque como les conté yo bailaba marinera pero siempre desde pequeñita le decía a mi mamá que quería ballet, y bueno no era mi tiempo de aprender.

Como para muchas en sus historias, todo era equilibrado entre sus días buenos y malos que siempre suceden en el camino hasta que Dios decidió mandarme un nuevo reto el cual me haría luchar conmigo misma. Les contaré que por un episodio que viví mi cuerpo se quedó un poco sentido psicológicamente y neurológicamente, comencé a tener ataques de pánico y ansiedad, realmente era horrible y ni mi esposo lograba comprender que me sucedía, hasta que llegó el día en que llegué a emergencia porque no podía controlarlo, gracias a Dios sucedió porque finalmente mi familia logró entender como me sentía.

Decidimos comenzar mi tratamiento, y digo decidimos porque mi esposo me acompañó siempre; durante casi 2 años tomaría 4 pastillas de día y de noche, recuerdo que la primera vez que tomé esas pastillas sentí que caminaba en las nubes era súper raro, pero las necesitaba porque digamos que químicamente mi cuerpo estaba desequilibrado.

Yo pensé muchas veces que jamás dejaría las pastillas y eso me hacía sentir mal porque no era el camino que yo quería. En este tiempo comencé a ir al gimnasio y conocí un profesor de baile que daba clases de salsa caleña y yo le dije que me enseñara, le conté lo que me sucedía y me dijo que yo no necesitaba las pastillas que bailar me haría salir de eso. No le creía mucho porque hasta antes de que se regresara a su país yo aún seguía en tratamiento, ya sin sus clases comencé a investigar donde podía continuar bailando porque recordé que bailar también había sido otra forma de arte la cual yo amaba.

Buscando una noche comencé a ver a Emmy, amiga de mi prima, bailar en Ladies Latinas. Le pregunté cómo era y ella me contó tantas cosas bonitas no solo sobre bailar sino de cómo eran todas. Luego de esa conversación decidí empezar mi 2019 bailando y entré al taller Project 1 donde conocí a mis amigas Rosario, Lore, Giovanna y Sofi, recuerdo que yo no sabía nada de la salsa On 2 pero iba feliz a mis clases y conforme iba pasando los días me di cuenta que era verdad todo lo que Emmy me contó sobre Ladies ya que era un lugar donde estaba aprendiendo a bailar, a reconocerme y a crecer de adentro hacia afuera. No saben cuánto me ayudo escuchar a cada profesora hablar porque me dieron el empujón que necesitaba para terminar mi tratamiento y por esa razón yo tengo mucho cariño a cada una porque aún sin saberlo me ayudaron.

Mia llegó un día contándonos sobre un taller para la audición y yo recuerdo que me emocione porque vi que era posible bailar como ellas lo hacían y pues me metí con mi inseparable Rosario, felices íbamos así no nos saliera hasta el día de la audición. Ese día fue para mí mágico porque jamás me había presentado a una audición, aún tengo mi numerito guardado y aunque si sentí nervios fue bonito ver a todas alentarnos unas a otras a pesar de que nos estaban evaluando o bailar mirando a Lore para que me sintiera en confianza, todo fue bonito.

A partir de esa audición ingresé a mi equipo de mujeres intensamente apasionadas por la danza, mi Team Amateur al cual adoro con todo mi corazón porque como equipo nos hemos conocido y unido mucho este tiempo, ¡somos un gran equipo y las quiero un montón! Paralelamente he seguido mis talleres porque como dicen cada una tiene su proceso de aprendizaje y debo decirles que ya hace meses se acabó mi tratamiento y aunque aún tengo un salvavidas, fue verdad que la danza me ayudaría a salir de esa etapa.

Estoy feliz de estar en Ladies y mi esposo #ladieslover dice que le hubiera gustado que ingrese antes porque ha visto mi cambio a una mujer que se siente más segura y tranquila.

Gracias Mia por enseñarme a escuchar y salir de mi zona de confort.

Gracias Angelita por enseñarme a tener fortaleza y sonreír.

Gracias Stefania por enseñarme a dar si está en mis manos y enseñar con amor.

Gracias Barbara por enseñarme a proyectar y respirar cuando más lo necesito.

Gracias Gabriela por enseñarme a perseverar hasta lograrlo.

Gracias Vicky por enseñarme a explorar mis emociones y sentir para bailar.

Gracias a todas las profesoras y amigas que he encontrado porque cada una me ha dado algo que valoro mucho.

Hace dos semanas fui al teatro y comencé a sentirme mal, entonces le dije a mi esposo que preferiría estar arriba y él me dijo que eso era porque en el escenario me sentía libre…

Y si, bailar me hace libre, tan libre y segura que soy feliz cuando estoy en el escenario sin miedo, disfrutando de mí y de todo lo que he aprendido.