Sin salsa no hay paraíso

Hola, soy Pamela o bueno, Rosa como me conocen en Ladies Latinas jiji Me encantaría empezar diciendo que mi vínculo con la danza inició desde niña como muchas de las historias que he leído pero desafortunadamente ese no fue mi caso. Siempre me ha llamado la atención la danza al punto que anhelaba inscribirme en alguna academia, pero la respuesta de mis padres era la clásica: “enfócate en tus estudios”, así que caballero no más.

No fue sino hasta que inicié la universidad en el que tuve mi primer acercamiento directo con el mundo del baile (antes a lo mucho bailaba las coreos de Axe Bahía en mi cuarto). En PUCP pude tomar un par de clases de estilos urbanos y estuve bailando por aquí y por allá alrededor de año y medio, lamentablemente tuve que pausar por un par de lesiones -siempre con la saladera encima- y de hecho quise poner mis estudios como prioridad, era parte del concepto que en ese momento tenía de “ser adulta”.

Cuando me preguntaban “¿cómo te proyectas en un par de años?” respondía “trabajando y estudiando mi especialización” pero ¿saben qué? Era 2018, tenía 24 años y estaba haciendo justo eso y no...no me sentía completa.

A finales de ese año una amiga me habló sobre su experiencia en Ladies Latinas y me animó a inscribirme a un taller. Al inicio lo dudé, amaba con todo mi ser la salsa porque he crecido a base de ella pero sentía que no encajaría con el estilo femenino porque yo bailaba solo en fiestas y a mi estilo, un estilo “de barrio”. Empecé a ver videos de las Ladies Latinas y quedé impactada al ver como cada una era dueña de su propio movimiento y no dependía de su pareja en la danza sino que se valían de sí mismas. Finalmente, mi amiga me terminó convenciendo y sin más me inscribí

Mi amiga no pudo inscribirse en el taller, pero gracias a ella inició mi aventura en el mundo latino hace exactamente un año. En el taller de Performance Chile conocí mujeres talentosísimas con miedos e inseguridades como yo y juntas fuimos decididas a vencerlos. ¡Una locura, pero de las bonitas! La sensación más linda estar sobre un escenario gozando de la música, pero ahí no quedaba todo. Acompañada a esta locura teníamos la oportunidad de tomar clases del congreso al que asistimos, recuerdo que todas mis amigas morían por tomar las clases y yo fui a un par con la intención de acompañarlas. Yo estaba cero conectada con el mundo dancístico salsero al punto que no conocía -hasta ese entonces- quiénes eran los maestros que dictaban las clases, y bueno, como era de esperarse salí derrotadísima jaja todos eran muy pros y yo un pollito salsero que recién nacía. En esos días pensé que estaba empezando a bailar muy tarde y la idea de “dejarlo ahí” rondaba mi cabeza pero empecé a recordar que el proceso de preparación me hizo tan feliz que en vez de desistir decidí perseverar pues como dicen ‘nadie nace sabiendo’.

Fueron pasando los meses y en febrero de este año nos comentaron que la audición para formar parte de los equipos estaba próxima, yo con pocos meses bailando on2 había decidido no ir porque no me sentía preparada. Angelita, Stef y Barbie me hicieron comprender que es bueno lanzarse a la piscina, que está bien caer e incluso equivocarnos pero que lo importante es no quedarnos de brazos cruzados, sino que hay que levantarnos y seguir intentándolo.

Decidí aplastar el bichito de “¿qué hubiese sucedido si...?” y me inscribí a la audición con las hermanas que Project me regaló: Meli, Yesi y Chio. El ambiente de la audición ¡uff! para qué les cuento...fue una experiencia increíble en el que todas las mujeres ahí presentes fueron con la intención de divertirse y ser ellas mismas más allá del resultado. Cada que recuerdo ese día se me escarapela la piel, es una experiencia única que les recomiendo vivir (¡no lo piensen dos veces!)

Yo empecé con la idea bailar en un taller de dos meses, viajar y que ahí acabaría todo, pero no, fue muchísimo más allá. Hoy por hoy formo parte de un equipo en Ladies Latinas, más allá que una academia o una compañía es una familia de mujeres fuertes e inspiradoras de las que aprendo día a día.

¡Gracias familia latina por este espacio! He crecido muchísimo, no solo aprendí a gozar la música con alma, corazón y vida, no solo aprendí a hacerme dueña de mi movimiento, sino que aprendí a realmente mirarme en el espejo con seguridad, aceptarme y en todo este proceso me enamoré de mi misma (por más cliché que suene).

Ladies ha impactado positivamente en diversos aspectos de mi vida, tanto así que ya no me da miedo lanzarme y probar cosas nuevas. Este año me animé a soltar muchos aspectos de mi vida y probar nuevos que probablemente no me hubiese imaginado hacer por temor, pero hoy por hoy me siento una mujer más segura de sí misma.

He aprendido que todas las personas tienen sus propios tiempos y procesos, pero sobre todo he aprendido a disfrutar del mío, aún me falta muchísimo por recorrer, pero continúo perseverante tratando de ser mi mejor versión. ¡A seguir porque sin salsa no hay paraíso!