top of page

Malenita baila

Desde muy pequeña he estado rodeada de músicos y cantantes. Todos mis domingos familiares siempre terminaban con mi mamá en la guitarra mientras todos cantaban y eso me encantaba. Dentro de aquellos domingos existía la frase “Malenita baila” y yo con un puchero enorme y demasiado tímida, lo hacía al costado de mi hermana mayor.

Años después, cuando fui creciendo, veía los programas infantiles como ALMENDRA SOY, DE COLORES de las gemelas Anabel y Antuanet, y amaba sacar todos los pasos de las coreografías que hacían y bailarlos mientras veía el programa. Soñaba con pertenecer a un elenco de baile pero era muy pequeña y todo dependía de mis papás. Había audiciones, castings y concursos pero cuando corría a decírselo a mi mamá, era imposible ya que siempre existían los comentarios de “habrá mucha gente Malenita”, “es peligroso”, “tengo que trabajar, no te puedo llevar”, “tienes colegio, no vas a faltar”; frases que al fin y al cabo terminaban siendo realidad pero yo siempre quise más.

Cuando tuve 14 años empecé a tomar clases en la escuela de Arturo Chumbe. Yo lo admiraba porque lo veía en la tele y me encantaban sus coreografías. Él hizo muchos bailes del grupo peruano VOX, y yo era SÚPER FAN de ellos; los conocí, los amé y me hice muy amiga de una integrante del grupo, Cynthia, es por ella que yo entro a la escuela de Arturo. No podía pagarla porque yo era menor de edad por lo que no trabajaba, y la situación económica en mi casa nunca fue la mejor cuando era pequeña. Pero tantas eran mis ganas, y mi mamá las debe de haber visto, que ella me dio la plata para pagar el costo especial que me habían dado, y ahí empezó todo.

Nunca voy a olvidar lo que sentí cuando tomé una clase por primera vez, es difícil explicarlo pero solo sé que algo invadió todo mi cuerpo y no quería dejar de hacerlo. Definitivamente solo conocía lo coreográfico, por ahí Arturo me enseñó a girar, pero de ballet yo no sabía nada.

Fueron pasando los años y me metía más a la danza. He pisado muchas escuelas, una de ellas fue D1 en el 2008; estuve en varios elencos, todos bajo audición y esfuerzo, y en todo este trayecto he recibido muchos NO como respuesta, me han discriminado por mi color de piel, por mi contextura, he llorado un montón pero aún así nunca he dejado de soñar y querer llegar a mis metas, esas metas que quizás no sabía que eran netamente “metas”; siempre he ido tras algo, ALGO que no tiene límites si de verdad lo quieres.

Ahora que ya soy adulta entiendo muchas cosas; la danza ha logrado que sane malos ratos que el arte me ha dado, no porque el arte sea cruel, sino porque la gente quizás tiene un concepto equívoco sobre lo que significa ser artista. Trabajé durante muchos años en televisión, siendo bailarina de programas concurso. Esta fue una etapa muy bonita en mi vida pero al mismo tiempo muy dura, ya que me hacían sentir muy mal por mi contextura, el comentario “el problema no es el vestuario, es tu cuerpo” lo tengo presente hasta el día de hoy, solo que ahora ya lo canalizo de otra forma porque he aprendido a amarme.

Entré a trabajar en la televisión pero dejé de entrenar. No podía hacer ambas cosas porque no me daba el tiempo. Por eso, todos los días que iba al canal sentía que algo me faltaba. Es genial trabajar con vestuario, con luces, con cámaras, te tienes que ver “bonita” pero, ¿en realidad eres feliz? ¿Eso me llenaba? Entendí que no. En mi mundo anterior existían las bromas de muy mal gusto donde minimizaban al otro, desvalorando todo el esfuerzo que uno hacía, todas las ganas que le ponías para crecer. Venía alguien con un poco más de años de experiencia que una misma y te tiraba al piso con comentarios. Por mucho tiempo me quedé callada y no respondía, hasta que entendí que no debía hacerlo, me costó un montón pero lo logré y bueno, ahora ya no dejo de dar mi opinión. Por eso decidí salir de los ambientes tóxicos, pues estaba muy acomplejada de mí misma por muchas cosas que me decían. No me sentía tampoco igual que ellos para entrar a las bromas de mal gusto u ofensivas, así que decidí regresar al training, cero televisión, y esta vez sin que nadie me pare. Aparte de todo esto, sentía que se me iba la edad y que quizás el cuerpo ya no me dé para las cosas que quiero lograr (este tipo de pensamientos los tuve por muchas cosas que me decían).

En estos 6 años que ya no he parado de entrenar y de conocer más a fondo la danza, empecé a buscar lugares donde importe el ser HUMANO; donde importe lo que sientes y si sientes algo malo haya gente a tu alrededor dándote apoyo. Un lugar donde las cabezas de esas escuelas sean humanas, empáticas y artistas al mismo tiempo. Un lugar donde la “vara” no exista y valoren tu esfuerzo y te ayuden a crecer. Te puede conocer el mundo entero, pero no hay mejor satisfacción que lograr por mérito y esfuerzo propio tus objetivos.

Y es dentro de estos 6 años que supe de Ladies Latinas, me presenté y entré al Team de SON LADIES tras una audición. Ya sabía quién era Mia Noel (por D1 y mi estadía ahí). La vi cuando recién comenzó hace muchos años, y cuando yo regresé vi todo lo que ella había formado: ¡Un imperio de mujeres latinas!Mia me enseñó durante mi carrera y definitivamente tomé la decisión de que ella me formara en el estilo Latino en su Escuela que ahora es mi hogar.

Sinceramente no sabía cómo era el pertenecer a la Familia Latina, estaba en talleres y me encantaron desde la primera clase pero cuando entré a SON LADIES me di cuenta que ya no quiero irme para nada de aquí. Estar rodeada de mujeres que sienten como tú, que te escuchan, que te ayudan si algo no está bien, que se ponen en tu lugar, tener profesoras que también pueden ser tus amigas pero saben separar las cosas y se alegran si tienes crecimiento. Mujeres con las mismas ganas que tú de aprender y dar todo porque es lo que amas; sin envidias o molestias y si las hay, existen los círculos para conversar y solucionar, porque somos un equipo grande con un mismo gusto. Así como eres está bien, nadie te juzga. Mujeres de tu misma edad o mayores , con unas ganas enormes de ser bailarinas, amo eso.

Me encanta también que en Ladies me exijan como bailarina, siempre a dar más y estar aquí me ha ayudado a sentir seguridad y confianza, además me ayuda diariamente a recordar lo hermosa que soy y a ser un buen ser humano conmigo y mi alrededor.

La danza me ha cambiado mucho, me ha hecho comprender las cosas de otra forma y sentirlas de tal manera que sigo abierta a nuevas experiencias, por eso uno nunca termina de aprender.

Ahora tengo 33 años y siento que aún me falta muchísimo por recorrer, por aprender, por vivir con la danza y quiero tener 80 años y seguir bailando; compartiendo que esta bien querer ser muy buena en lo qué haces pero siempre y cuando seas un buen ser humano. De nada sirve que hagas sentir mal a la otra persona o que te creas superior, mejor es compartir, aprender del otro y disfrutar lo qué haces para ser feliz.


join us

 for the 

PARTY

Recipe Exchange @ 9pm!

Tags
Sígueme
  • Facebook Basic Black
  • Twitter Basic Black
  • Google+ Basic Black
bottom of page