Yo naci para bailar

En algún momento de mi vida ya adulta me pregunté a mi misma si existía algo que me apasionara, algo que me moviera tanto que pudiera hacerlo durante todos los días de mi vida sin tal vez recibir nada a cambio, algo que arrancara una sonrisa en mi rostro sin siquiera ser consiente de ella. Fue en un momento de autodescubrimiento, de autoevaluación, de esos momentos en donde te detienes un momento a pensar si el camino que estás siguiendo en tu vida personal y profesional es el camino que estás destinado a seguir, si es que de verdad naciste para eso y si estás dispuesto a hacerlo durante toda tu vida.

Fue en esos momentos en donde el panorama se aclaró, en donde abrí los ojos y me di cuenta que tenía la suerte de haber encontrado desde hace mucho eso que me estremeciera, pero que había estado demasiado ciega como para darme cuenta, y es que desde que tengo uso de razón, recuerdo los momentos en donde me encerraba en mi habitación a bailar, bailar lo que sea y con el poco o nulo conocimiento técnico que tenía, a crear coreografías que solo yo podía ver y sentir. Durante esos años de mi vida no dejaba que nadie viera esa faceta mía, era algo que guardaba solo para mí, que me acompañaba en mis momentos de libertad, en una libertad que salía a luz en las 4 paredes de mi habitación.

Recuerdo bien haberle pedido a mis padres estudiar danza al finalizar el colegio, pero por cosas de la vida y que a muchas de nosotras nos ha pasado, me dijeron que del baile no se podría vivir. No me entiendan mal, no les reprocho nada a mis padres, pues me permitieron descubrir también otras pasiones y habilidades que si no fuera por esa decisión no hubiera descubierto hasta ahora, como es mi pasión también por la fotografía o lo buena que soy para el marketing digital. Pero por mucho que esas cosas me hayan satisfecho por momentos, mi felicidad no estaba completa y no lo estaría hasta que descubrí la escuela de Ladies Latinas.

Mi paso por Ladies Latinas inició abrupta y cortamente en el año 2017, en donde sentí que por fin tenía la suficiente independencia económica como para darme el gusto de pagarme mis clases de baile. Pero por motivos de tiempo, ubicación y horarios no pude más que llevar un curso del taller Ladies Basic y Project 1 durante esas fechas. Parecía que aún no era mi momento. Tuvo que pasar mucho tiempo, hasta Agosto 2019 para ser exactos, en donde por fin todo parecía encajar. Me había mudado a un lugar mucho más cercano a los estudios de Ladies, contaba con más independencia económica y estaba 100% segura que era el baile de lo que quería vivir, y es ahí en donde Ladies Latinas crea el Programa Anual, con la promesa de convertirnos en bailarinas, coreógrafas y profesoras en ritmos latinos, una promesa que sonaba demasiado buena como para ser cierto y que sin duda alguna decidí probar.

Y pues aquí estoy, han pasado ya ocho meses desde que inicié mi camino para convertirme en bailarina y he disfrutado cada uno de esos momentos. Momentos difíciles, retadores, estresantes también, pero sin duda momentos que de alguna manera u otra he disfrutado experimentar y que siento me han permitido no solo mejorar como bailarina, sino también como mujer, una mujer que ahora no teme bailar ante un público, que no teme sentirse libre en un espacio de 4 paredes, en la calle, o en un teatro con tus familiares y extraños viéndote disfrutar de aquello que naciste para realizar. Ahora más que nunca estoy segura que nací para bailar.