Disfrutando el proceso

En que te has metido Ivana? Acaso tienes tiempo? Tú ya no tienes edad para estar en eso, ya eres madre!! Prejuicios, excusas y más prejuicios... lo que solía escuchar no solo de algunos miembros de mi familia, sino también de mí misma. Habían momentos que me auto saboteaba, pero al final del día me daba cuenta que todo ello no importaba, yo regresaba feliz a casa después de cada ensayo, muerta, pero feliz! Esta es mi pequeña historia…

Desde pequeña amé bailar, mi madre siempre me recuerda que cuando yo tenía dos años había en la radio un éxito irrefutable, la canción era ‘Sopa de Caracol’ y a mi me encantaba bailarla, apenas la escuchaba siempre tenía que moverme, así que ella me confeccionó un vestido con bobos y para bailar con el.. Llamé bastante a atención en ese momento en mi casa - definitivamente a esta niña le encanta bailar- dijo mi padre- salió a mi- sentenció mi mamá, fui la niña más feliz!

Así pasé la mayor parte de mi niñez entre vestidos, bailes, trajes típicos, etc. Siempre esperaba el momento oportuno para meterme a una actuación en el colegio, no me importaba quedarme horas extra, sentía que con el baile mi mente huía y descansaba de las horas pesadas que había tenido en clases.

Cuando terminé el colegio, no volví al ‘escenario’. La academia, la universidad, los estudios eran prioridad, estudiaba y trabajaba, sin darme cuenta que algo me faltaba. Pasé de una carrera a otra, a los 21 años me aventuré y me fui a estudiar y trabajar al exterior, regrese a Perú a los 23 años a buscar en qué trabajar y ‘sin querer queriendo’ ingrese a una aerolínea como tripulante de cabina. Esta fue una decisión que me cambió totalmente la vida: viajaba, mis horarios no eran regulares pero siempre había una experiencia nueva en cada vuelo; sin embargo, aún sentía que algo me faltaba… lo peor de todo es que no sabía qué era.

Fui madre a los 26 años de mi pequeño Gael. Mis locos horarios y la crianza de Gael me generaban en algunas ocasiones un poco de estrés, trataba en lo posible de despejar mi mente yendo a varios cursos, gimnasio, pero mas me estresaba… Los años 2017y 2018 no fueron buenos para mi, pero a Dios gracias tuve a varias personas que me ayudaron en este tiempo. En mis ratos libres me ponía a bailar viendo videos por la red, me desestresaba bastante, hasta que un día se lo comente a una buena amiga mía, me dijo - Porque no te metes a un curso de baile? si te gusta te vendrá bien. No la pensé dos veces y empecé mi búsqueda de las academias en Lima, la primera que encontré fue Ladies Studio, entré a su perfil y vi que tenían una gran metodología de enseñanza, además que su foco es EMPODERAR A LA MUJER A TRAVÉS DE LA DANZA, y simplemente me sentí conectada con eso. Intente inscribirme pero ya no habían vacantes en ese momento, asi que espere a que se aperture un cupo en el Taller.

En Setiembre del 2019 fue mi primera clase en Ladies y simplemente la amé, me sentí tan conectada, tan feliz, a pesar que mi horario de trabajo en algunas ocasiones no colaboraba mucho con mis horarios en ladies, hacia lo imposible para cambiarlo e ir a mis clases. Me di cuenta cuánto me ayudaban estas clases de baile: a fluir, a desestresarme, a ser yo misma, aprendí a conocerme, a ver mi cuerpo de una manera distinta. Tanto las profesoras como las alumnas hacen un ambiente super chevere y ameno en cada clase.

En Octubre fue la audición para los nuevos Teams de Ladies, yo no estaba muy segura porque era relativamente nueva pero igual fui. Di lo mejor de mi, y simplemente me deje llevar por la música. Ese dá me dieron la oportunidad de entrar al Team San Miguel, el cual se ha convertido en mi familia, cada una refleja lo bonito que es la danza, lo duro que es la práctica y lo reconfortante que son los resultados.

Es ahora que comprendo qué era lo que realmente me faltaba: encontrar algo que me apasione, que me nutra por dentro y que se refleje por fuera. A pesar de que el proceso muchas veces es duro, he aprendido a disfrutar el día a día hasta llegar a mi meta: poder concursar. El tiempo y sobretodo las ganas de querer hacerlo estan aqui más presentes que nunca.

Gracias Ladies Studio porque me ayudaron a encontrarme conmigo misma. Ahora más que nunca, que a nivel mundial estamos pasando por una situación complicada, tomar las clases en linea me ayuda a desconectarme por un momento y a cambiar mi perspectiva de la realidad. Al fin y al cabo, todo pasa, pero mientras tanto, disfruta el proceso.