Baila, ama, aprende

Hola soy Fá, mi amor por el baile no sé exactamente cuando empezó tal vez es algo que me acompaña desde siempre. Tengo recuerdos claros viendo desde pequeña a mi mamá bailando marinera en casa o en alguna presentación e imaginarme en escenarios algún día. Cuando era más chica siempre que tuve oportunidad bailé, en la sala, en el colegio, en las actuaciones, en cada pequeño escenario que la vida me presentaba.

Durante el tiempo que estudié nunca me dediqué a bailar ya que en mi instituto no había grupos dedicados a eso y mi día a día era correr del trabajo al instituto y luego a casa y así por 4 años. Al terminar mi carrera y ya trabajando un día tome la decisión de bailar danzas peruanas, siempre las he amado, ¿mi único problema? quedaba en el Centro de Lima, yo trabajaba en Miraflores y vivía en el Cono Sur pero igual dije “voy” y así pase un año bailando caporales, huaylarsh, festejo y más. La danza de los caporales me ayudó a conocer una parte de mi que no conocía, descubrí dentro de la figura de “machita” mi lado fuerte, seguro y así sin pensarlo mucho cumplí un sueño que era bailar en la Festividad de la Virgen de la Candelaria 2017. (Este sueño aún se cumple cada año)

Bailar danzas era lo único que me apasionaba y sentía que me iba bien en los bailes fuertes como para solo dedicarme a eso, sin embargo me gustaba tanto bailar que me animé a probar otros géneros como “heels” o “baile moderno”, y aunque me gustaban siempre me iba por la misma razón: “no me sentía segura cuando me veía bailar en el espejo”. Ahí , en el 2018, fue que encontré a Ladies Latinas, veía los videos y era increíble cómo transmitían a través del baile, me llamaba mucho la atención la frase “empoderamiento a través del baile”. Me causó interés pero siempre decía “me queda lejos” (trabaja en La Molina) y la verdad es que me daba terror arriesgarme.

Cambié de trabajo y ya no tenía muchas excusas, tomaba en ese tiempo un taller de teatro musical, el teatro me devolvió la confianza en ir tras mis sueños así que no lo pensé más y me inscribí en Ladies Latinas. Bailar ritmos latinos es algo que siempre me ha gustado, lo hacía empíricamente en las fiestas pero nunca había tomado clases.

Recuerdo que llegué tempranísimo a clase un 19 de Mayo del 2019 y tenía miedo porque no sabía verdaderamente qué encontraría pero ese primer día salí demasiado contenta y con muchas preguntas, aprendí el paso básico pero no podía pasar 1 hr mirándome bailar frente al espejo, nunca lo había hecho y era más difícil de lo que pensaba.

Durante el inicio de este proceso recuerdo mucho escuchar a mis profesoras decir: “cada una tiene un proceso” así que yo (como la chancona que soy) los fines de semana me ponía los tacos y bailaba en casa. El recordar esa frase hizo que las clases no sean un estrés sino un disfrute total. Al final del taller básico hicimos una dinámica en la que escribimos 3 metas que queríamos conseguir antes de terminar el año. Una de las cosas que coloqué fue “bailar en un escenario con Ladies Latinas”.

No tienen idea de cuánto me gustaba ir a clase pero aún verme tanto tiempo mientras bailaba era difícil, sin embargo este proceso se dio de una manera tan natural que poco a poco empecé a verme distinta, no sólo ver las cosas negativas o que debía corregir sino a ver también lo bueno, lo bonito, a quererme mucho más y así pase de ser de las que suelen ponerse en la segunda fila a ponerme en la primera. Las clases se volvieron mi momento favorito del día ya que no solo era aprender cuentas y secuencias, era disfrutar con amigas, reír a voz en cuello, equivocarme y no sufrir por eso. Suelo ser bien “chancona” y mis profesoras y amigas lo saben, por ello agradezco que siempre me exijan ya que eso dice que confían en mi y yo confío en que me ayudan a crecer.

En Noviembre del año pasado empezaron los talleres coreográficos y pensé “mi momento ha llegado” así que me inscribí en 2 talleres (uno de salsa y uno de bachata). Todo marchaba increíble hasta que luego de unos exámenes médicos me programaron una operación en ese mismo mes. Pasé de la felicidad al estrés completo y tenía miedo de no poder terminar lo que tanto quería hacer.

Al pasar 15 días después de mi operación mi oncóloga me dijo que podía hacer “poco esfuerzo” y volví a clases. No hacía más que marcar mis posiciones los primeros días pero luego era imposible no bailar aunque sea un poquito. Ensayábamos con cada grupo dentro y fuera de clase así que pasaba toda la semana bailando.

El día de la presentación, al cerrar la última función empezaron a premiar a algunas chicas y recuerdo que quedé demasiado sorprendida cuando Mia dijo “Fátima Contreras”, jamás me lo hubiera imaginado. Ese día no solo cumplí mi sueño de bailar en un escenario con Ladies sino que fui reconocida como “Alumna destacada”.

Ladies Latinas es mi casa, es mi familia, aquí puedo crecer, equivocarme, reinventarme, ser yo, reír a carcajadas y sufrir entre risas con mis amigas porque aún no me sale la pachanga como quisiera. He aprendido a mirarme con amor y descubrirme fuerte, delicada, y otras cosas que no conocía, quizá por miedo o desconfianza. Ladies me ha enseñado a ser siempre un apoyo para mis amigas y confiar en quien está a tu lado, es no ser más que nadie sino crecer juntas, ese siempre es el propósito.

Llevo siempre conmigo dos frases importantes “Cada una tiene un proceso” y “Olvídate de todo y disfruta”.

Aún hoy a pesar de extrañar las aulas, las risas compartidas y los saunas latinos (todas lo hemos vivido jajaja) seguimos juntas a pesar de las circunstancias. Gracias a Ladies Latinas, a mis profesoras y a mis amigas por ayudarme a descubrir esa “Fátima” que se escondía tras una chica tímida y darme la oportunidad de ir tras mis sueños sin tener miedo a caer.

¡Sigamos riendo, sigamos soñando, sigamos bailando!